Sentimientos correspondidos. Deseo de compartir todo con alguien. Amar eternamente, siguiendo los maravillosos designios de un destino caprichoso. Encontrar a esa persona que te complemente y te haga feliz. Descubrir eso, la felicidad. Alejarse de la soledad, la tristeza y la rutina pestilente y sórdida. No basta con conocer a alguien. Tiene que haber algo más.
Tom (Joseph Gordon-Levitt) es un romántico empedernido -nada propio en la época de amor liberal en que vivimos-, que anhela que la bella Summer (Zooey Deschanel) sea la chica. El amor de su vida. Ése que lleva tanto tiempo esperando. Pero no está tan claro que ella quiera lo mismo.
Los 500 días de su relación son los de una pareja que empieza a conocerse y evoluciona en común. Sin embargo, las idas y venidas de ambos en diferentes sentidos cambian muchos acontecimientos que acaban con la idea común del final feliz. Summer no es lo que él necesita.
Por una vez es la mujer la que pone las reglas y deja de ser la que sufre por amor. Él y ella se han cambiado los papeles. Y qué diferentes pueden ser las aspiraciones de unos y otros con respecto a alguien y la manera de demostrarlo. Porque no basta con hablar.
La narración desigual de los días que se cuentan en la película nos dejan ver cómo cada momento cuenta. Y también cada gesto. Y si pudieramos ir y venir en el tiempo, todo sería de otra manera. Es más divertido. Incluso ver una película con una historia que parece típica se convierte en una experiencia más emocionante y con más sentimiento, si cabe. Olvidando que, en el fondo, todo empieza con el manido "chico conoce a chica".
Tom (Joseph Gordon-Levitt) es un romántico empedernido -nada propio en la época de amor liberal en que vivimos-, que anhela que la bella Summer (Zooey Deschanel) sea la chica. El amor de su vida. Ése que lleva tanto tiempo esperando. Pero no está tan claro que ella quiera lo mismo.
Los 500 días de su relación son los de una pareja que empieza a conocerse y evoluciona en común. Sin embargo, las idas y venidas de ambos en diferentes sentidos cambian muchos acontecimientos que acaban con la idea común del final feliz. Summer no es lo que él necesita.
Por una vez es la mujer la que pone las reglas y deja de ser la que sufre por amor. Él y ella se han cambiado los papeles. Y qué diferentes pueden ser las aspiraciones de unos y otros con respecto a alguien y la manera de demostrarlo. Porque no basta con hablar.
La narración desigual de los días que se cuentan en la película nos dejan ver cómo cada momento cuenta. Y también cada gesto. Y si pudieramos ir y venir en el tiempo, todo sería de otra manera. Es más divertido. Incluso ver una película con una historia que parece típica se convierte en una experiencia más emocionante y con más sentimiento, si cabe. Olvidando que, en el fondo, todo empieza con el manido "chico conoce a chica".