miércoles, 30 de julio de 2014

Se acaban las vacaciones

Hace un par de días que se acabaron las vacaciones. Mis días en España, disfrutando de la playa, el buen tiempo, el Sol, la buena comida, la familia. Dos semanas que me han hecho darme cuenta de cuánto hecho de menos mi país. 
Tengo fama de fría, de mujer sin sentimientos, que no sufre por casi nada ni extraña a los suyos. Pero esta vez he de decir que mi coraza se ha caído. He de admitir que la vuelta a Holanda ha sido dura. La depresión postvacacional la estoy sufriendo de manera intensa. Y es que es muy difícil aceptar de nuevo la lluvia, las nubes y el aire frío cuando se supone que estamos en verano. Es complicado aceptar que las noches de calor ya no están, que el brillo del Sol no es el mismo que el de hace una semana y que la comida de mamá no está esperando en la mesa de casa cada día.
Tengo que ser fuerte e intentar no fijarme en las caras bronceadas y llenas de felicidad de mis amigos en Facebook. Olvidar que ellos todavía disfrutan del Sol y el agobiante calor de julio y agosto. Y pensar que ir en bici cada día con casi 40º a la espalda no sería lo mismo. Tengo que buscar algo positivo en estos días en los que el verano dura solo una hora. Y durante las 23 restantes de cada día volvemos al otoño anticipado.

domingo, 6 de julio de 2014

ÁMSTERDAM



Aquí estoy, en Ámsterdam, volviendo a escribir después de mucho tiempo. ¿Quién me iba a decir hace un año que este verano no lo iba a pasar en España…?

Hoy hace tres meses que me fui de Madrid (lo escribí el 30 de junio). Hace tres meses que comenzó mi aventura en Holanda. Aunque más que una aventura es, simplemente, una etapa. Una etapa nueva en mi vida con cambios importantes que necesitaba y que, por el momento, me hacen muy feliz.

En este tiempo he trabajado mucho. Y cuando digo mucho, es mucho. La inauguración de la primera tienda de Pull and Bear en la ciudad ha sido todo un éxito. Pero, por supuesto, no fruto de la casualidad, si no como recompensa a muchas, muchas horas invertidas en diseñar una de las tiendas más grandes e importantes de la marca a nivel mundial. Estoy orgullosa de decir que me encanta nuestra tienda. ¡Es enorme y preciosa!

Sé que el resto de la gente no ve en ella todo lo que yo puedo encontrar, ni valora cada detalle como cualquiera de los que vivimos allí podemos hacerlo. Pero estoy segura de que sin esas pequeñas maravillas cuidadas, la experiencia de nuestros clientes no sería la misma.

Por supuesto, no sólo de trabajar vive el hombre. Y la fiesta, salir y conocer la ciudad son puntos obligados en la agenda de todo español. Así que, aunque el esfuerzo desgasta y los largos paseos en bici también, siempre hay tiempo para momentos especiales que disfruto con algunos de los españoles que he encontrado en Ámsterdam.

Las cervezas en el bar de enfrente después de trabajar, las cenas en algunos de los sitios más destacados de la ciudad, los domingos en el parque como verdaderos holandeses aprovechando cada rayo de Sol, las visitas a antros con la auténtica esencia de la ciudad y las tardes-noches relajadas solo con amigos para charlar; son algunos de los momentos que hacen que este maldito tiempo de lluvias no pueda conmigo ;)